La titulación por experiencia es una experiencia única que nos permite delimitar nuestra disciplina como profesionales, porque se dice fácil tener que trabajar y estudiar o qué decir, incluso si nos tomamos un sabático para esto puede ser complejo porque volver a las aulas después de por lo menos los cinco años de experiencia que nos exige la titulación puede sacarnos de nuestra rutina, pero si contamos con estos hábitos típicos de una persona disciplinada seguro empezamos esta carrera hacia nuestra titulación y la terminamos con éxito.
Titulación por experiencia, 5 hábitos de las personas disciplinadas
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1. No sueñan, se plantean objetivos
Ser soñadores a veces guarda un aire de misticismos y de grandes personas que cambian el mundo, pero quizá no abordamos que el soñador que llega a sus metas es quien se plantea objetivos y traza formas claras y específicas para alcanzarlos.
La disciplina de titularnos necesita sí del impulso del sueño, pero de la seriedad de verlo como un objetivo.
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2. No imaginan, crean como un ejercicio constante
El ejercicio de creación necesita de la imaginación, pero sin la disciplina de imaginar como un ejercicio constante y objetivo, la imaginación nos puede llevar a pensar en un paraguas que destile agua, por decir algo disparatado e inútil, a crear una app que nos diga cuándo nos conviene sacar el paraguas porque ese día se pronostica lluvia.
La creación cuando es profesional y apunta a crear y no simplemente imagina puede llevarnos a avances tecnológicos y de utilidad.
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3. Maximiza los recursos con los que cuenta
A veces nos topamos con personas que no hacen ejercicio porque no tienen ropa deportiva, una vez que la compran resulta que no se ejercitan porque no tienen un gimnasio cerca y cuando por fin se inscriben a un gym, bueno pues no se ejercitan porque no tienen tiempo; se trata de personas que no maximizan sus recursos, sino que se limitan a ellos y a excusarse en ellos.
Las personas disciplinadas maximizan cada recurso, sea si tienen muchos o pocos, y logran que su tiempo, sus conocimientos y hasta recursos físicos como la fuerza, se usen al máximo para lograr sus objetivos.
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4. Tienen confianza en sus capacidades, no en su ego
Como dice el dicho “cae más rápido un hablador que un cojo”, porque a veces puede que expresemos maravillas sobre lo que podemos hacer, pero al final lo que logremos sea muy poco, cosa que nos hace identificar como alguien que confía en su ego.
Una persona con disciplina confía en sí mismo y sus capacidades porque sabe que se ha formado y preparado para los trabajos que se plantea, propone y le designan.
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5. Sabe que un título no es suficiente
La persona disciplinada finalmente, sabe que necesita de un título, pero eso será lo primero por obtener, porque sabe que necesita de seguir formándose, de seguir aprendiendo y de conocer más sobre su profesión.
¿Cuántos de estos hábitos tienes y has cultivado?, cuántos de ellos te ayudarán a obtener tu título por experiencia profesional.