Y bueno, si estás pensando que hacer tu titulación por experiencia profesional es más que una necesidad un lujito que te darás estamos aquí para invitarte a que lo pienses dos veces, porque al contar con este grado de estudio te puede abrir las puertas a más opciones laborales sí, pero también a realizar el estudio de una maestría.

Por qué no le echamos un vistazo a las ventajas que representa el contar con tu título y seguir estudiando.

Qué ventajas tiene un profesional titulado con maestría

• La ventaja de tener un nivel de estudios para alcanzar mayores sueldos

Hoy en día los profesionales que no tienen una maestría no se destacan en los altos puestos, porque la carrera profesional es un título que afortunadamente para el nivel competitivo del país se ha vuelto más común. Dependiendo de la carrera que se estudie puede un licenciado ganar un sueldo por arriba del mínimo, siendo que por un grado mayor los salarios sí aumentan pues los puestos son más altos.

Terminar nuestra carrera con todas las de la ley significa que podemos empezar una maestría y en un periodo de dos años que es en promedio en lo que este grado de estudios se realiza, podremos ambicionar un puesto más alto; pero además contar con la maestría para destacarnos entre nuestros competidores.

• La ventaja de contar con una especialización profesional

Seguro has escuchado la frase “no cobro por lo que hago sino por lo que sé” y es que la especialización del conocimiento es una ventaja ya de por sí, porque podremos sí, tener un competitivo currículo como licenciados y después el ambicionar una maestría, pero, además como muchos de los planes de maestría apuntan a la especialización, resulta interesante que podremos saber más de un área en específico y cobrar por ello.

Así, como nos hemos formado en administración podemos quizá apuntar a una tesis sobre lo que más trabajamos en nuestra jornada, y apuntar a que los conocimientos que adquiramos en la maestría nos ayuden a construirnos un camino que nos lleve al siguiente puesto que tendremos dentro de la empresa donde laboramos.

• La ventaja de no perder el ritmo en el estudio

Quizá tras cinco años de experiencia ganados puedes titularte pero probablemente la experiencia en el estudio se llene un poco de polvo, porque es muy distinto el ritmo estudiantil que se necesita para estudiar, presentar tareas y estar en clase al que vivimos en el trabajo y a veces, nos cuesta volver a él.

Estudiar en MVS nos adentra de nuevo en el ritmo estudiantil, y además nos permite irnos perfilando para los estudios de maestría porque así, no estaremos tan oxidados cuando sea la hora del siguiente nivel de estudios, de hecho, quizá nos sintamos tan cómodos al estudiar que seguro nos convertimos con ese ritmo en doctores o conseguimos un posgrado.

Como puedes ver crecer en esta área profesional te da estas y más ventajas a futuro, porque formarse para hacer crecer tu carrera, intelecto y grados, es sin duda una inversión de tiempo, dinero y esfuerzo de la que no te arrepentirás.