"La radio no tiene futuro, los rayos X resultarán una farsa y las máquinas voladoras más pesadas que el aire son imposibles".
William Thomson
William Thomson fue un reconocido físico y matemático británico, quien tuvo en su vida importantes trabajos en el campo de la termodinámica y la electricidad, lo que nos hace pensar ¡vaya que debió ser brillante este hombre!, pero si leemos la frase que tenemos como epígrafe podemos mofarnos un poco de la ingenuidad de este intelectual, porque estaba muy equivocado por lo menos sobre lo que afirma.
La aeronáutica, conocer nuestro cuerpo internamente y el testimonio apasionante de la historia por medio de la radio es lo que Thomson nos negaba cuando afirmó que no había futuro en los rayos X, las maquinas voladoras y la radio. Así que: no siempre es cierto cuando alguien (por más inteligente que sea) nos dice que no tenemos futuro en algo.
Persigue tus sueños de ser locutor profesional
La verdad es que ser locutor no es para cualquiera, es para quien la comunicación hablada es un sueño, es una pasión por perseguir y que necesita de no solamente un espíritu con el anhelo de esforzarse, sino un trabajo duro y diario donde la formación juega una clave importantísima.
En ocasiones las artes se toman como un simple hobby, como una profesión que se siente y se expresa, más que una carrera que se forma profesionalmente, pero en el arte de la locución profesional no podemos darnos el lujo de pensar tan románticamente cuando existen verdaderos trabajadores de la comunicación creando una sólida disciplina dentro de esta carrera.
El locutor como el artista que es, trabaja duro
Como el músico practica ocho horas diarias, el pintor dibuja sin cesar y los bailarines ejercitan y cuidan su cuerpo al máximo cuando hacen del arte su profesión, así el locutor debe trabajar con su voz, entrenarla, darle una preparación dirigida por expertos y por si esto fuera poco, hacerlo 24/7, al cuidar su herramienta de trabajo que es su voz y su inteligencia.
Porque un locutor además está obligado a conocer sobre su cultura, sobre la historia de la radio, sobre las nuevas tecnologías y dominar entre varias labores más, el poder de la palabra, conocer el discurso semántico en el que pude plantear tal o cual información que prestará al oyente, por medio del circuito de comunicación, etc.
Un sueño con grandes satisfacciones
Pero todo trabajo duro implica grandes satisfacciones cuando encontramos que como locutores, podemos estar al pie de los acontecimientos que marcan la historia, o podemos tener comunicación con las personas, con su cultura, proveerles de entretenimiento con música, podemos ayudarlas a estar acompañadas en soledad, podemos hacer de su vida algo más alegre y rico.
Sí, quizá alguien te ha dicho que no hay futuro hoy en la radio, pero ya lo dijo también William Thomson años atrás y no podría haber estado más equivocado. Sigamos nuestro sueño como profesional de la locución, pero sabiendo que habrá un gran trabajo por delante… lleno de satisfacciones.