Un locutor profesional tiene una de las carreras para ejercer más interesantes y que generan pasión entre las comunicaciones, pero a veces vemos que esta no se lleva quizá de la forma más adecuada porque al tratarse en muchas ocasiones de figuras públicas nos encontramos con que el poder de ser quien está frente al micrófono puede ser abrumador, pero no solo eso sino que a veces se vuelve un medio de expresión personal y no de opinión pública. Hablemos hoy un poco sobre esto.
10 reglas que no se deben romper en locución profesional
- 1. Dar su opinión personal sobre temas sensibles
Si bien es cierto a muchas que se dedican a la locución profesional se les paga por prestar su particular y único punto de vista informado y de relevancia en sus estados y países, es necesario tener un control de las opiniones personales cuando se trata de temas sensibles, políticos o religiosos. No se trata de generar peleas dentro de cabina y fuera, se trata de opiniones que deben presentarse en su tiempo, lugar y forma, siempre siendo respetuosos porque eso es parte de la profesionalidad con la que actuamos.
- 2. Que se ha quedado corto con los temas a tratar
Sí a veces pasa que el tema se nos va como agua entre las manos y apenas y alcanza el tiempo e cabima pero, en ocasiones también algunos temas nos ganan y el tiempo sobra, para esto podemos hacer varios “truquillos” como acudir a la lectura de redes sociales, compartir información de la radio, hablar sobre el clima o introducir sobre lo que viene en los próximos días en el programa, todo vale menos decir que estamos acabando con los minutos extras en cabina.
- 3. Burlarse o ser irónico sobre una opinión personal
Las personas comparten opiniones personales en las redes sociales y cuando llaman al programa, lo que es interesante porque nos permite como profesionales hacernos una opinión general de cómo percibe la gente las noticias, música y acontecimientos, son fuentes valiosas de saber quién nos escucha.
Lo que no es profesional es burlarnos o ser irónicos con alguna opinión, porque el mantener una distancia inteligente entre los radio escuchas y nosotros es señal de que podemos ser profesionales.
- 4. Tomarse las críticas como algo personal
De hecho, esto de lo que venimos hablando sobre mantener una distancia entre las opiniones de los demás y las propias es necesario porque las críticas no son personales y si lo llegaran a ser no es profesional el responderlas o hacerla uno a uno como una pelea en la web. Los haters se alimentan de tomarlos en cuenta, y no de un profesional dedicado a lo más importante: su trabajo.
- 5. Colgarle a una persona que hace una llamada
Otra forma de faltar al profesionalismo o de darle lugar al ego, lugar que no debe existir en cabina por cierto, es el tomarse como personal las opiniones de los radio escuchas y además ser groseros con ellos al colgarles, así de radical y sin clase colgarle cuando se está tornando personal o no estamos de acuerdo en una opinión.
Lo único que justifica el tener que dar por terminada una llamada de un radio escucha es cuando está siendo grosero, usando palabras altisonantes, siendo racista, insultado la sexualidad de alguien o incitando al odio, no cuando va en contra de nuestra opinión.
- 6. Ser descortés con los invitados en cabina y ser un amor al aire
Ahora, la cortesía también es un punto más al profesionalismo pero la doble cara jamás lo será, a veces en cabina es un poco extraño el ser elocuentes y encantadores con alguien que acabamos de conocer pero es parte de nuestro trabajo el hacer sentir bienvenido al invitado, cuando estamos al aire y cuando no. Consideremos que es parte de nuestro trabajo este tipo de “relaciones públicas”.
- 7. Llevar a cabina problemas o aspectos personales
Puede que el mundo nos esté arrastrando a un problema personal fuerte y que emocionalmente estemos siendo atacados por muchos frentes pero eso debe siempre quedar fuera de cabina porque es a donde pertenece. Insistimos en que aunque seamos analistas y demos opinión en nuestros programas, el profesionalismo no es posible si nos quejamos de casos personales o de cómo nos sentimos mal, la buena onda y la alegría personal son bienvenidas siempre, pero no las quejas.
- 8. Dar citas inciertas o mal documentadas
Ahora vamos sobre lo documental, sobre proporcionar datos y compartir noticias, y ojo que de cualquier índole porque si la nota va sobre el reciente Nobel de Bob Dylan es profesional dar datos exactos, y eso aplica en las grandes noticias o en pequeñas, porque lo que sea que compartamos es necesario que lo hagamos presentando nuestra preocupación por el profesionalismo necesario cuando realizamos nuestro trabajo día con día.
- 9. Creer que Wikipedia y la internet te salvarán siempre
De hecho, comprobar datos y no darlos al momento es importante, y no, Wikipedia no será la forma eterna de obtener información ni la más segura. Que la web no sea la única fuente de datos que tengamos a la mano, la prensa escrita y la información también escrita pueden darnos herramientas que nos sean útiles, no esperemos que siempre sea la web quien nos proporcione del conocimiento necesario, sino que formémonos como profesionales de la comunicación un intelecto y criterios inteligentes por compartir en cada ocasión.
- 10. Tomar ventaja de su posición como figura pública
Como último punto nos queda el considerar que si somos una figura pública esto no es la mayor ventaja que tenemos sino el ser parte de una profesión que comunica, que da entretenimiento a las personas y que nos une a un público que puede considerarse nuestro fan, tener una situación así de ventaja no se debe asumir como algo de lo que se deba abusar sino todo lo contrario.
El profesionalismo es importante que lo tengamos en cuanta cuando vamos a cabina y fuera de cabina, siempre asumiendo que hay dos caras en la moneda de ser una figura pública y que la buena reputación puede que no atraiga tanto como los escándalos y los chismes, pero nos proporciona de una reputación positiva que podrá hacer ascender nuestra carrera… no desplomarla en algún momento.