El examen profesional como ya lo hemos mencionado puede ser una fuente de estrés pesada, que en nuestro caso que lo combinaremos con el trabajo porque será gracias a nuestra experiencia que ganemos el título de licenciados, con mayor razón puede que la ansiedad y el estrés nos dominen. En el examen en específico, por tratarse de uno que es oral, es imprescindible conservar la calma, ya que esto puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso.
5 consejos en caso de que nos ganen los nervios en el examen oral
- 1. Trata de generar y mantener buen humor
Empezar a presentar tu examen de titulación puede ser estresante sí, pero la risa o la buena onda aminorar un ambiente que puedes sentir tenso en ese día. No solamente la risa te relaja sino que hace que tus oyentes también entren en un ambiente de menos tensión por lo que cumple una función doble.
Esto es una técnica comprobada porque no en balde presentadores, oradores o maestros empiezan lo que tienen qué decir con un comentario jocoso.
- 2. Toma agua, mira a los ojos, evita evidenciar los nervios
Si sientes que los nervios ya están ahí o que son algo inminente, puedes evitar que estos te dejen en evidencia por medio de distracciones ligeras como tomar agua cuando te confundes en las palabras, mirar a los ojos de una sola personas para no ponerte nervios en la presencia de público o aparentar buscar por un segundo en las notas para así tranquilizarte.
- 3. Haz una pregunta general para retomar el hilo si te pierdes
Por los nervios es común que perdamos el hilo de lo que venimos diciendo y eso tiene solución, simplemente parando un segundo y recordando lo que decimos. Pero a veces esto nos lleva más de un segundo y es necesario disfrazar ese tiempo.
Haz una preguntar general como por ejemplo, preguntar sobre el clima pero siempre justificando lo que averiguas ¿Está bien la temperatura del aire acondicionado?, yo estoy bien pero quizá algunos tengan frío. Toma ese segundo de respuestas para calmarte y sobre todo preguntar ¿En qué me quedé?, los mismos oyentes solucionarán tu problema.
- 4. Mira a alguien que te pueda dar aliento y buena vibra
A veces son las personas que nos calificarán esas que nos ponen nerviosos y esto justamente porque a cualquiera le pone en angustia que lo vean y evalúen, pero para evitar eso toma tu ancla, una persona que te dé buena vibra con tan solo su presencia. Tu madre, tu novia, tu hija, padre o amigos, quien sea que te pueda calmar con su mirada de ¡ánimo!
- 5. Válete de lo que más te sirva a ti, solamente a ti
Finalmente sin la intensión de ponernos místicos, a veces nos sirve a nosotros en particular orar porque somos hombres de fe, o nos sirve meditar un segundo o repetir una acción determinada porque somos algo supersticiosos, y te decimos: si eso te sirve ¡adelante!, nadie te conoce mejor que ti mismo y si eso te relaja, no hay nadie que pueda decirte que no lo hagas, a no ser que sea una conducta inapropiada, ojo ahí.
